jueves, 24 de agosto de 2017

BTV, TV3, TVE, RNE, EFE, ...

Resulta que en España un 10 por ciento de la población somos personas discriminadas por razón de diversidad funcional. Cuando digo que somos personas discriminadas es porque aún hoy se ignora nuestras realidades, y desde la ignorancia se pisotean nuestros derechos.

Ayer, en Barcelona, unas cuantas personas nos reunimos para debatir cómo llevar nuestras realidades a los medios de comunicación. En esta ocasión, a BTV que ha abierto un concurso para optar a un programa de 13 capítulos sobre Diversidad Funcional.

Diversidad Funcional, aclaro, es un término previo a la no segmentación y a la no discriminación. Superada esta terminología dejaremos de ser las otras/los otros y por fin seremos tooodas y toooodos.

Hasta ahora, todavía hoy, se habla de nosotras en terminologías de discapacidad, patologías, dependencia, se construyen discursos acerca de nuestras realidades muy facilones, faltos de contenido y simplistas. Horribles. Y aquí está el tema: ¿cómo salir del discurso asqueroso discapacitante si del 10 por ciento sólo un 1 por ciento hemos podido escapar de la vil institucionalización?

En la reunión mantenida ayer tarde se plantearon dos preguntas: 1- ¿Cómo quisiéramos que fuera el programa? y 2- ¿Cómo explicar al público nuestras realidades?

A la primera pregunta, a mi me gustaría que fuera un programa dinámico, con un hilo conductor progresivo y muy visual. Ideal que fueran dibujos tipo Manga, o simplemente dibujos animados para todos los públicos.

Y a la segunda pregunta, requete importante explicar que no somos taaan especiales. Superada la discriminación somos gente corriente, ¿normales? depende del amor propio de cada cual y depende también del amor colectivo, de qué a gusto nos encontramos en familia, entre amistades, en los grupos de trabajo, en el barrio, etc. 
WONDER. LA LECCION DE AUGUST
d
e la autora Raquel J. Palacio

Particularmente, yo ahora me siento muy normal y conforme con mi vida, estoy contenta y por eso os lo puedo explicar. No estoy en absoluto exenta de dificultades, aunque ahora mis dificultades son bastante comunes a las del mundo entero, por lo que mis preocupaciones también.

Hacia el final de la reunión, reunidas, por cierto, personas muy diversas, cuando ya se habían expresado un montón de opiniones y sentimientos, tooodas muy chulas e interesantes, un compi y amigo me pidió: -Marga, por favor, habla.- Éramos unas 16 personas pensando y debatiendo, y una de mis dificultades en reuniones con tanta gente es colar mi turno de palabra entre tantos turnos, por lo que pedí al compi que tuve a mi derecha que me ayudara a pedir la palabra. ¿Qué pasó? Que cuando empecé a expresar lo qué yo sé y cómo lo siento se acabaron las baterías de la cámara que nos estaba gravando. Me quedé hablando sola y con la cámara apagada delante mío interponiéndose en mi visión con las personas de delante. Esta fue una escena muy caricaturística, incluso divertida, por la noche lo explicaba y nos meábamos de la risa, pero también es una escena bastante corriente y que debemos cuidar, puesto que lo que queremos es llegar a la gente que hay fuera de las cámaras.