miércoles, 2 de octubre de 2024

Caca


Hola queridis todis,

Empiezo hoy con una preguntilla indiscreta, cuando enfermáis ¿qué tipo de pacientes sois: sois calmados/as, os dejáis cuidar, sois obedientes, oooo, sois quejicas, protestonas/es, controladoras/es, etc?

Este lunes me llamó el anestesista, uno, porque son muchos, y dándole algo de vueltas, he caído que hospitalariamente nací hecha una mierda y he aprendido a vivir hecha una mierda, con lo que, lo que para cualquiera es un drama, un susto, un coñazo, para mí es mi mierda. Mierda en el buen sentido, sabemos que la mierda es el resultado de comer, caca, de abrir ventanas, polvo, del cambio de estaciones, hojas, flores machitas y ramas secas, de haber jugado dándolo todo, barro y descosidos. O sea, que estar hecha una mierda está bien, es el resultado de vivir, de estar viva, del desgaste, de los disgustos, etc.

¿Creéis en la reencarnación? Quizás en mis anteriores vidas lo di todo todo todo todito, y puede que por eso ya naciera hecha una mierda.

Hospitalariamente, porque fuera lo llamamos diversidad funcional, con todas sus consecuencias, por ejemplo yo estoy torcida, muy torcida y para ver de frente me pongo un par de cojines, no tengo fuerza para levantarme y caminar, por lo que cuando me meo, me meo y me meo.

Podría haber nacido hombre, podría ser rubia, podría ser muy alta, calzar un 42, podría haber nacido en el Himalaya, o en la India, pero no, soy catalana, mujer, morena desteñida, de estatura media, simpática y diversa funcional: funcionó en silla de ruedas motorizada y con Asistencia Personal. Podría ser tonta, sumisa, y tampoco: soy lista, mandona, exigente, puñetera.

Mi idea es vivir hasta pasados los 80. No quiero que mis padres mueran nunca, quiero colaborarles lo máximo posible en que tengan una vejez digna. Quiero acompañar y mimar a mis bichos hasta el final de sus fuerzas. Quiero viajar, volver a viajar. Quiero ver cómo se jubilan todas mis hermanas, y cómo evolucionan todos/as mis sobris. Quiero vivir para ver y llevarme un mundo de mierda maravilloso al plano superior, y quien sabe si a otra próxima vida.

Como paciente he pasado muchas etapas: fui niña, fui joven, fui insegura y llena de puñetas. Ahora soy controladora y confiada. Exijo estar informada de todo lo concerniente al manejo de mi cuerpo, a la medicación que me ponen, a ver la pantalla de mis constantes, es mi derecho, y confiada, porque aunque la medicina no acaba de ser una ciencia exacta, el personal sanitario: médicos, enfermeras/os, auxiliares, son personas entregadas, excelentes profesionales. Siempre puedes encontrarte con algún/a gilipollas, pero es una o uno al lado del resto.

Las camas de los hospitales suelen ser horribles. A mí ya se me quitó la idea de aprovechar la estancia para recuperar sueño. Mejor es levantarte, pasear pasillos y dar la murga al personal.

Con suerte me queda una hospitalización más, o dos, me están quitando las piedras de los riñones, y ya voy sin Nefrostomia. ¿Veis? Hecha una mierda pero recuperada, animada, con talento, orgullosa, feliz.

En mi caso el secreto es mi familia y amistades, son mis musas, con ellas cerca soy fuerte, les copio tooodo: las risas, el glamour, el optimismo, todo. Sola sería un desastre, depresiva y pasota de todo. O no, no lo sé, porque he nacido en un entorno humano querido, así que no sé qué es lo contrario, ni ya quiero saberlo, ¿para qué?, tampoco quiero vivir una guerra, ni ninguna agresión traumática. Me encanta mi maravillosa vida de mierda.

Besitos queridis lectoris: muuuaaaak!



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