Hola queridis todis,
Empiezo hoy con una
preguntilla indiscreta, cuando enfermáis ¿qué tipo de pacientes sois: sois
calmados/as, os dejáis cuidar, sois obedientes, oooo, sois quejicas,
protestonas/es, controladoras/es, etc?
Este lunes me llamó el
anestesista, uno, porque son muchos, y dándole algo de vueltas, he caído que hospitalariamente
nací hecha una mierda y he aprendido a vivir hecha una mierda, con lo que, lo
que para cualquiera es un drama, un susto, un coñazo, para mí es mi mierda.
Mierda en el buen sentido, sabemos que la mierda es el resultado de comer,
caca, de abrir ventanas, polvo, del cambio de estaciones, hojas, flores
machitas y ramas secas, de haber jugado dándolo todo, barro y descosidos. O
sea, que estar hecha una mierda está bien, es el resultado de vivir, de estar
viva, del desgaste, de los disgustos, etc.
¿Creéis en la reencarnación?
Quizás en mis anteriores vidas lo di todo todo todo todito, y puede que por eso
ya naciera hecha una mierda.
Hospitalariamente, porque
fuera lo llamamos diversidad funcional, con todas sus consecuencias, por
ejemplo yo estoy torcida, muy torcida y para ver de frente me pongo un par de
cojines, no tengo fuerza para levantarme y caminar, por lo que cuando me meo,
me meo y me meo.
Podría haber nacido hombre,
podría ser rubia, podría ser muy alta, calzar un 42, podría haber nacido en el
Himalaya, o en la India, pero no, soy catalana, mujer, morena
desteñida, de estatura media, simpática y diversa funcional: funcionó en silla
de ruedas motorizada y con Asistencia Personal. Podría ser tonta, sumisa, y
tampoco: soy lista, mandona, exigente, puñetera.
Mi idea es vivir hasta pasados
los 80. No quiero que mis padres mueran nunca, quiero colaborarles lo máximo
posible en que tengan una vejez digna. Quiero acompañar y mimar a mis bichos
hasta el final de sus fuerzas. Quiero viajar, volver a viajar. Quiero ver cómo
se jubilan todas mis hermanas, y cómo evolucionan todos/as mis sobris. Quiero
vivir para ver y llevarme un mundo de mierda maravilloso al plano superior, y quien sabe si a otra próxima vida.
Como paciente he pasado muchas
etapas: fui niña, fui joven, fui insegura y llena de puñetas. Ahora soy
controladora y confiada. Exijo estar informada de todo lo concerniente al
manejo de mi cuerpo, a la medicación que me ponen, a ver la pantalla de mis constantes,
es mi derecho, y confiada, porque aunque la medicina no acaba de ser una
ciencia exacta, el personal sanitario: médicos, enfermeras/os, auxiliares, son
personas entregadas, excelentes profesionales. Siempre puedes encontrarte con
algún/a gilipollas, pero es una o uno al lado del resto.
Las camas de los hospitales
suelen ser horribles. A mí ya se me quitó la idea de aprovechar la estancia
para recuperar sueño. Mejor es levantarte, pasear pasillos y dar la murga al personal.
Con suerte me queda una
hospitalización más, o dos, me están quitando las piedras de los riñones, y ya
voy sin Nefrostomia. ¿Veis? Hecha una mierda pero recuperada, animada, con
talento, orgullosa, feliz.
En mi caso el secreto es mi
familia y amistades, son mis musas, con ellas cerca soy fuerte, les copio
tooodo: las risas, el glamour, el optimismo, todo. Sola sería un desastre,
depresiva y pasota de todo. O no, no lo sé, porque he nacido en un entorno
humano querido, así que no sé qué es lo contrario, ni ya quiero saberlo, ¿para
qué?, tampoco quiero vivir una guerra, ni ninguna agresión traumática. Me
encanta mi maravillosa vida de mierda.
Besitos queridis lectoris:
muuuaaaak!
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